Su funcionamiento es 100% automático tanto en su encendido como en su apagado, es decir, una vez configuras los horarios la estufa de pellets los seguirá al pie de la letra según tus indicaciones. Se necesitará disponer de una salida de humos o de la posibilidad de instalar una chimenea o una toma eléctrica.

Las estufas de pellets cuentan con un depósito de combustible interno desde el cual los pellets se van introduciendo automáticamente en la estufa. Ésta cuenta con sensores de calor cuya función es la de informar a la estufa sobre la temperatura interna para que la máquina sepa cuándo iniciar la ventilación interna con el fin de sacar el calor hacia fuera.
Una vez encendida el sistema comienza su funcionamiento cargando el depósito con pellets y ventilando la cámara interna hasta que un sensor de calor detecte que está a la temperatura deseada, la cual se habrá de haber indicado previamente en el panel de control, el mando a distancia o el móvil. Si los sensores de calor detectan que la temperatura es demasiado baja comenzarán a calentar de nuevo.
Este es el funcionamiento simplificado de una estufa de pellets (modelo “Atenas”)
La principal forma de calentamiento que tiene la estufa de pellets es mediante su ventilación, es decir, el aire frío que entra en el sistema mediante una boca en la parte trasera enta en la máquina y es expulsado, gracias al intercambiador, de dos formas: por la parte frontal o de forma canalizada. Hay que tener en cuenta que el calor que emana la estufa se concentra en el cristal de la ventana, por lo que cuidado al acercar las manos.
Para apagar la estufa es importante NO quitar la corriente mientras ésta está encendida, y hacerlo siempre mediante el panel de control.